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miércoles, 25 de junio de 2014

Pues eso

 
   No, no ha escrito nada nuevo todavía. Es que desde que volvió, no ha dejado de llover y estaba todo tan oscuro, que más que el inicio del verano parecía esto el fin del mundo. Y es que así no se puede escribir, ¿sabes? ¿No ves que se le empapan las ideas, y, al ablandarse, se funden todas en una especie de pasta amorfa que le pesa en la cabeza? Que hasta le cuesta distinguir lo que sueña de lo que es real y...
   
  Y ha intentado dibujar, pero ni eso. Se le deforman las imágenes. Lo que quiere hacer no le sale, y se frustra, y acaba convirtiéndolo todo en un garabato furioso, o en un monstruo con cuernos, bigotes, los ojos completamente negros y los mocos colgando, según le dé. Y luego se ríe.
  
   En fin... La verdad es que no ha hecho nada productivo desde que llegó. Igual es por el catarro, que no se siente con fuerzas, no sé. O que está como el tiempo. 
   
   Sí, ya sé que dijo que escribiría, que aprendería a cocinar, que se pondría en forma y no sé cuántas cosas más. Se lo dijo a todo el mundo, pero la verdad es que de momento su actitud ha sido justo la contraria. No ha hecho más que dormir, leer cuentos de Salinger tirada en la cama y jugar al Candy Crush (sí, ha vuelto al Candy Crush...). mientras escucha esa música suya tan pija, trágica y afectada: Bowie, Nacho Vegas o Lana del Rey.

   Ah, y se pasa horas enteras viendo fotos de Ana Escario, lee los blogs de sus amigas... Se dedica, en general, a hundirse suavemente en toda su mierda artística, como si lo hubiera estado necesitando, y no sé, a esperar.

  ¿Esperar a qué? A que la acepten en alguna universidad, supongo. A que le compren otro smartphone. Yo qué sé. Ya sabes que es muy difícil averiguar lo que realmente hay en su cabeza.
  
   Pero tarde o temprano escribirá, eso tenlo por seguro. Escribirá en cuanto se despeje. Intentará publicar cada semana, dice. Ya sabes como es, pero bueno... Habrá que darle una oportunidad, ¿o no?