Etiquetas

sábado, 28 de diciembre de 2013

Las dos niñas

   Entonces las dos niñas entraron en el Mercadona.
   Al rato, salieron. Habían comprado bolsas de patatas (oh, manjar) y las llevaban en las manos.
   Y se acercaron, al hombre moreno que pedía dinero en la puerta , con un vaso, y se las dieron. Y él les dio las gracias.
   Y ya está.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Jessica Pérez, atrapada

   Cada diente surgía...por un lugar distinto de la encía, y apuntaba en una dirección. La pala izquierda se había partido y el trozo que quedaba era puntiagudo. Los labios brillaban. Gloss barato. Sabor fresa. Los ojos eran pequeños y estaban muy juntos, detrás de sus gafas rosas, debajo de las cejas gordas. En una cara redonda y blanca, rematada por la media melena negra y grasienta.
   El cuerpo era una masa blanda y pesada, cubierta por un pantalón pitillo blanco, una camiseta fucsia y una chaqueta de chándal, todo ello forzado hasta el límite de su elasticidad. En su muñeca, un gran mazo de pulseras de plástico. Las uñas azules brillantes.
   Olía intensamente a sudor y a mugre. Al pasar, dejaba ese rastro.
   Vivía en un laberinto rectilíneo, con los pasillos llenos de niños chillones, estridentes, vampíricos. Año tras año. Nuevas caras, misma historia. Mismas palabras.
   Y el tiempo pasaba, sin que pasara nada.
   Miró por la ventana. Miró al cielo. Le gustaría volar. Pero no podía. Se impone siempre la ley de la gravedad... Y, bueno, ella pesaba mucho.